domingo, 25 de abril de 2010

MOMENTOS: Argentina 78 - Levantamos la copa en medio de la dictadura



Fue, sin dudas, el mundial más polémico de todos para nosotros, y eso que lo ganamos !!!. Hablaron los que tenían derecho y los que no lo tenían, callaron quienes debían dar respuestas, se dijeron verdades y todas las mentiras imaginables, desde cada sector se utilizó esta victoria deportiva para causas legítimas y, sobre todo, de las otras. A no engañarse, país, en ese mundial no hubo nadie que no haya gritado los goles y celebrado la conquista, los mismos presos políticos lo dicen. Pero pretender asociar a los jugadores y el técnico con el gobierno militar es un disparate que roza la infamia. Si se toman el tiempo de mirar los partidos que jugó la selección, sobre todo la final, se verá que nadie nos regaló nada (ni siquiera los peruanos, que metieron un tiro en el palo antes de los 5 minutos de juego); y si de palos hablamos, no olvidemos el que nos salvó cuando terminaba el partido con Holanda, qué hubiese pasado si perdíamos ??. Los que tenemos memoria no pasamos por alto un detalle: casi nadie (las pocas excepciones son, en su mayoría, quienes estuvieron en el exilio) objetó nada con respecto al mundial durante el proceso militar, ni los diarios, ni los partidos políticos, ni los jueces, ni los canales de televisión, ni los periodistas, ni la gente en su enorme mayoría. Y los que no callaron por miedo callaron por conveniencia. Ahí está todo el material de la época para quien lo quiera ver: las tapas de los diarios y las revistas más importantes, los programas de televisión, las películas que hablaron del tema con actores y actrices más que consagrados, las fotos de la gente festejando en la calle... allí no se nota que nadie se queje demasiado. Por lo tanto, me parece que cuando no se habla en el momento apropiado, mejor dejar cerrada la boca, sobre todo si no se tiene autoridad moral para abrirla. Mantengamos vivo el recuerdo de la alegría que nos dieron los jugadores de nuestra selección en una época donde había muy pocas razones para celebrar algo. Lo del gobierno militar es historia aparte.

sábado, 17 de abril de 2010

FAUNA ARGENTA: Los conductores de 4 x 4

Que las calles de cualquier ciudad de este país, sean éstas de una capital de provincia o de un perdido pueblo en una inhóspita zona rural, se han convertido en una jungla donde mandan y sobreviven sólo los más fuertes, no es una novedad para nadie. Dentro de este escenario, desde hace unos años los laureles se los llevan los conductores de camionetas 4 x 4, no importa la marca, el color o la nacionalidad de éstos modernos vehículos. La composición de esta agresiva especie de la fauna argenta es bastante ecléctica, pudiendo encontrarse desde jóvenes bien a quienes papá les presta la camioneta para que refuercen su autoestima, empresarios importantes y no tanto, personajes de la política, deportistas con ansias de notoriedad, gente de campo que maneja en la ciudad como en la inmensidad de la llanura pampeana, mujeres lindas, jóvenes y descerebradas con el encanto suficiente como para tener un novio o esposo con el dinero necesario para comprarles este juguetito y mantenerlas de compras en el shopping o buscando a los chicos del colegio sin romper la paciencia en casa; en fin, como se verá, de todo un poco, pero con un denominador común para la mayoría de ellos: la prepotencia. Para estos sujetos, cuando están al mando de sus poderosos vehículos, nada es imposible ya que el código de educación vial no existe; se puede pasar semáforos en rojo, girar a la izquierda en avenidas, circular en contramano, estacionar en la vereda, en doble fila, a la par del obelisco o en la entrada de un garage, andar a 100 km/h en una calle de barrio, pararse en una senda peatonal, encerrar a otros conductores, rebasar vehículos en ruta por la derecha, encandilar con las luces, salpicar sin consideración a los pobres peatones o motociclistas en un día de lluvia, y mil delicadezas más que los convierten en elementos verdaderamente temibles (mientras están arriba de su camioneta, claro está, porque fuera de ellas pierden toda su fiereza y se comportan como mansos corderitos de corral). Y el resto de la población, nada de querer quejarse, eh, porque desde arriba lo miran a uno con cara mitad extrañada y mitad suficiente, como preguntando "qué pasa, no ves la máquina que tengo ?, puedo hacer lo que se me cante". Por eso, estimado lector, como el lema de estos depredadores del asfalto es "el tamaño sí importa", y no parece haber una solución para este flagelo (al menos en el corto plazo), hágame caso, si en una esquina o en un semáforo se topa con en especimen de esta clase, lo mejor que puede hacer es correrse a un costado, respirar hondo y alejarse del peligro lo más rápido posible, su salud va a quedar agradecida.

miércoles, 7 de abril de 2010

NOTICIA DEL DÍA: Messi le hizo 4 al Arsenal. Y ahora ?



Fue lo que se dice un mal día para la muchachada del periodismo deportivo argentino; este chico sigue dando que hablar, y ahora, como ya no le alcanza con hacer de a tres goles en los partidos de la liga española, ganó solito el pase a semifinales de la Champions League para el Barcelona metiéndole los cuatro al Arsenal. Es que no hay nada que hacerle, los genios son así, te tapan la boca en el momento menos pensado. Por las dudas, de acá al mundial voy a grabar todos los programas de deportes porque no me quiero perder la transformación que va a haber de aquí en más entre los periodistas deportivos (y algunos que no lo son, y otros que ni siquiera son periodistas) ahora que el bueno de Lio amenaza con ser una tromba imparable en Sudáfrica y no el fracaso que la mayoría vaticinaba. Aprenderemos alguna vez a tener un poco de equilibrio ???. Esto dicho con el perdón y el respeto hacia el par de excepciones que, afortunadamente, toda regla tiene y de la que no escapan los comentaristas del deporte.

jueves, 1 de abril de 2010

ESCANER: Dr. Raúl Alfonsín

Cuando se habla de personalidades como Raúl Alfonsín, resulta difícil hacer un análisis desapasionado, tanto para simpatizantes como para detractores, que los hay, aunque, justo es decirlo, varios millones menos desde el momento de su muerte, por esa cosa extraña que hace más buenos a los que ya no están. De todas maneras, él no necesitó de la muerte para tener su lugar en la historia grande de nuestra patria. Afortunadamente su pueblo y la dirigencia política (propia y ajena) advirtió a tiempo el hecho de hacerle saber en vida, a través de varios homenajes, que el paso del tiempo había colocado las cosas en su lugar. Lo llamaron Padre de la Democracia y se lo considera el último estadista (con perdón de los que vinieron luego, que rayan con lo impresentable) que gobernó el país, lo que de alguna manera describe su impresionante obra en favor de la democracia, la igualdad, la justicia y la libertad. No le tocó un segmento fácil de la historia; siete años previos de dictadura y una nación devastada en lo social y lo económico fueron el escenario en el que debió desenvolverse. Ganó con el 52 % de los votos una elección antológica ante el justicilista Italo Luder, pero esa fue la contienda más leve de las que tendría que enfrentar. Al asumir le esperaban un país en ruinas, los militares que se resistían a irse del poder definitivamente, los sindicatos con sus trece (!) paros generales, las corporaciones de siempre con quienes se negó a entrar en acuerdos espurios y las necesidades enormes de un pueblo que, después de tantos años de silencio y frustraciones, le exigió más que a nadie. Con todo esto en contra se dió el lujo de juzgar y condenar a los responsables de las juntas militares, de revertir una complicadísima rebelion de los carapintadas en la Semana Santa de 1.987, puso fin al conflicto con Chile por el canal de Beagle, y controlar un intento terrorista de copamiento en La Tablada. Su asignatura pendiente fue encontrar un camino que encauzara la economía, y ese fracaso aceleró un final turbulento que no mereció, teniendo que entregar el gobierno a su sucesor seis meses antes de terminar su mandato a causa de una hiper inflación sin antecedentes. De todos modos, al ponerle la banda a otro presidente elegido por el pueblo, se logró el gran objetivo: la democracia había llegado para quedarse.
Se le criticaron muchas cosas, sobre todo el tema de la economía, las leyes de Obediencia Debida, Punto Final, y el Pacto de Olivos, éste último cuando ya no era presidente. Despues, con el paso del tiempo, se fue tomando conciencia de que sin ellos, lo más probable es que el sistema democrático por el que tanto se había luchado no hubiera sobrevivido.
Como político y orador fué inimitable, tenía un carisma que hacía casi imposible no prestarle atención, vivió por y para su país, y fue una persona honesta tanto en su gestión como intelectualmente, siempre abogó por las soluciones consensuadas y el respeto por las opiniones distintas a la suya fue una constante. En el día de ayer, al cumplirse el primer aniversario de su partida, el diputado Felipe Solá acuñó una frase que representa fielmente el sentir de su pueblo: "Siendo tan radical, resultó que era de todos". Esa fue su misión, ser útil a toda su gente, sin distinciones de ninguna clase. Y esa misma gente se lo reconoció y agradeció en el momento de su despedida, con un interminable cortejo que lo acompañó hasta su última morada. También en el día de ayer, el constitucionalista Roberto Gargarella escribió un artículo del que, a modo de homenaje extraemos el siguiente párrafo, junto con un video que representa la esencia de lo que fue Raúl Alfonsín, un apasionado que usó la política como herramienta para legarnos el mejor país posible. Decía Gargarella, "De la diversidad de cosas que podrían decirse sobre Alfonsín escogeré sólo una, y es que él representa a la última gran figura de una generación de políticos que ya no está. A esa generación de políticos podríamos identificarla a partir de cantidad de detalles menores: el pantalón ajustado muy por encima de la cintura; el chaleco asomándose, elegante, por detrás del infaltable saco; el físico robusto delatando largas conversaciones de mesa y sobremesa.
Pero luego aparecen otros rasgos, menos pintorescos y más sustantivos, que son los que en verdad nos conmueven e importan. Ante todo, esta generación no concibió a la política como una continuación de sus negocios personales por otros medios. Se trata de una generación que vivió y murió en condiciones modestas, porque jamás concibió que la política podría servir para comprar más viviendas o mejores acciones, o para hacer negocios a cuenta de sus conexiones personales."